MEXICALI.- Llegó a nuestro correo el siguiente texto que me parece indica para el momento que se vive en México: La corrupción.
«Quien a través de discursos y manifestaciones habla de honestidad y congruencias pero que en los hechos y por debajo de la mesa actúa con nepotismo y prepotencia es la Líder Sindical de los trabajadores de la Salud mejor conocida la Virginia Noriega Ríos, quien utiliza su poder sindical para proponer en plazas disponibles que no reúnen ni el perfil ni la experiencia que los bajacalifornianos merecemos.
«Tal es el caso de los beneficios que por años les ha dado a los miembros de su familia, siendo uno de los más recientes el de su hijo llamado Juan Carlos Martínez Noriega, con código de Médico Especialista A, con adscripción al Hospital Materno Infantil en donde es protegido por el Director José Rojas Serrato, quien fuera impuesto para proteger sus intereses en dicho cargo, quien se ha hecho de la vista gorda ante las quejas que diversos pacientes han interpuesto por malas prácticas y hasta negligencias de este junior sindical, para seguir siendo unos de los hombres de confianza que le cubre las espalda a esta lideresa.
«Este junior médico por encima de médicos con mayor experiencia percibe un sueldo mensual de $42,828.80 más una compensación de $2,470, dando un total $45,298.80, mismo que en su tiempo de pasantía fue aviador en un Centro de Salud y sus estudios los realizo becado y cobrando su mismo salario. (Mismo que pueden ser revisados en la página de transparencia publica de BC).
«Si esto no es nepotismo o corrupción de qué forma podríamos llamarlo.
«Hay cosas tan evidentes que no podrá negar la líder sindical, que responda, como y porque su hijo antes de tener cedula de especialista le fue asignada una plaza de tal categoría mientras médicos con mayor experiencia han sido frenados por esta líder por no ser la gente que apoya a este grupo.
«Si se consulta en el registro nacional de cédulas la número 09262448, fue expedida en año 2015, como médico especialista en ginecología y obstetricia a nombre de Martínez Noriega, cobrado y ostentando una especialidad que no tenía, en contra de la propia ley de profesiones del estado, sumado a ser un delito. Qué bonita familia…».