La animosidad de los mexicanos y el remedo de democracia…Una historia que se repite
Por Jaime Delgado
El presente texto es una reflexión sobre la participación ciudadana y la comunicación política, es una aproximación de lo que sucede hoy en día con la baja votación de los Partidos de Siempre, también es algo parecido a un testimonio personal y profesional.
También se refiere a los medios de comunicación.
Gracias.
MEXICALI.- Tiene en su mano la herramienta para votar, fiscalizar, tener servicios y participar en la consulta popular, sin embargo aún el andamiaje jurídico del sistema político mexicano está dando paso leves en la era del Internet, y bajo el sistema político de gobiernos de pocos para muchos las redes sociales nos plantea el gobierno de muchos para muchos.
El sistema bancario puede ser un ejemplo de la seguridad que ofrece el Internet para el manejo de datos, pero como siempre la clase política es conservadora en ese sentido.
Esa Ciudadanía Digital puede votar por Internet, participar en la elaboración de leyes y reglamentos municipales; fiscalizar las cuentas públicas, realizar tareas que ahora requieren acudir a una costosa oficina pública.
Esa Ciudadanía Digital fortalecerá sin duda la transparencia.
1988
Cuatro Partidos de Oposición presentan como candidato Presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas, irrumpe la denominada Corriente Crítica del PRI que hace florecer -hace 27 años- lo que ahora se conoce como PRD, denostado y sustituido por Morena en 2016.
A principios de los años 80’s las radios mexicanas se ocupaban en hablar bien del PRI, de manera profusa y por supuesto positiva, no había espacios en noticias sin notas del Partido Oficial, y en la misma línea estaban las talevisoras e impresos.
Sí había medios por debajo de línea, de bajo costo y excelente contenidos, pero eran los menos, los alternativos.
De igual forma en los años 80’s los informativos -encima de la línea- los que aún siguen prescribiendo el voto, determinando conductas y emociones, hablaban de la oposición pero para denostar, descalificar y que no genera nada de confianza para gobernar.
Y así se le hacía creer a la masa amorfa, expuesta en su mayoría a medios tradicionales entregados al PRI, que los panistas eran unos “mochos”, revoltosos y de doble moral. No informaban sobre el quehacer de sus líderes y mucho menos el pensamiento panista.
A los de la izquierda enfermos mentales, comunistas, rémoras marxistas y un sin fin de denostaciones contra quienes simpatizaban con la revolución de Cuba.
Llegamos a 1988, el rompimiento del PRI exigiendo democracia y un buen número de militantes priístas de todo el país deciden salir de este Partido, abriéndose la posibilidad de la anhelada democracia mexicana.
Muchos salieron a las calles en apoyo del movimiento que abría la puerta a una transición. Viene la elección presidencial de 1988 y la oposición tenía cartas fuertes como Manuel Clouthier del PAN, Rosario Ibarra de Piedra (PRT) y Cuauhtémoc Cárdenas del denominado Frente Democrático Nacional (FDN).
Cárdenas logró sumar votos, dejando en segundo lugar al PRI con Carlos Salinas. Hay dudas de esa transición pactada porque el sistema político no aceptó aclarar, transparentar la elección. El Presidente operaba el sistema electoral, no había INE (Instituto Nacional Electoral).
La duda queda en el ambiente, y la sensación era de fraude. Ya es lugar común hablar de aquellos años. El PRI y PAN construyeron puentes de comunicación para transitar a un sistema político más democrático, plural y con libertad de expresión.
El sistema priísta abre la llave, el PAN gana el Gobierno del Estado en 1989, de ahí se vinieron triunfos que ha regañadientes aceptaba el PRI y su gobierno totalitario.
Los medios tradicionales en los años 90’s seguían siendo un instrumento del caduco régimen, irrumpía la prensa escrita de manera masiva en el Centro de la República, y había bastiones en otras regiones del país.
Las radios iniciaban una apertura como nunca antes en la historia de México, pero muy regateada, eran pocos pero se escuchaban alto y fuerte. Los tentáculos del PRI hasta este día tienen en poder los medios de comunicación electrónicos tradicionales.
12 años pasaron.
Año 2000 termina la era del PRI
El candidato de la Alianza por el Cambio (PAN y Partido Verde), Vicente Fox Quesada, gana la Presidencia del país, termina el régimen priísta que estuvo en el poder 71 años. La izquierda hasta el tercer lugar y el PRI segundo.
La apertura del nuevo siglo se inicia cargados de democracia, el PAN gana la Presidencia de la República con Vicente Fox, quien aventaja en los votos al priísta Francisco Labastida y al perredista Cuauhtémoc Cárdenas, en su tercer intento de las izquierdas, queriendo repetir la hazaña de 1988.
El sistema político empieza a construir instituciones para un nuevo país: INEGI y Banco de México, Transparencia, Tribunal Electoral y fortalecer el Poder Judicial que nos ha traído nuevos rumbos a la nación.
La primera década del nuevo siglo el sistema político y el gobierno en todos sus niveles se pone de acuerdo en algunos temas como respeto al voto, recuento ordenado, mayor transparencia y reglas claras y precisas para controlar a los medios de comunicación tradicionales.
Al igual que aquellos años 80’s en la radio, televisión y periódicos en el año 2016 nos privan de debates de ideas y propuestas, no contrastan los pensamientos de los políticos y poco se les investiga.
El Presidente de la República sigue siendo una figura que no se toca, y quien se atreva se le aplica la de Aristegui, que bajo unos pobres argumentos se le corre de la radio.
¿Qué siguió de la transición de junio de 1988 a la del verano de 2016?
Desde la televisión se diseñó un candidato el PRI y caduco régimen para la Presidencia y se denostó a otro hasta hacerlo trizas. ¿Qué diferencia existe de los medios de la radio y televisión de los años 80’s y la segunda década del nuevo siglo? Lugar común la respuesta.
El sistema político mexicano se libró de dos polarizaciones de la sociedad, sin duda la primera de 1988 que dejó centenares de muertos y una amenaza de paralizar la nación en todos los rincones de la república mexicana, aquellos jóvenes a finales de los 80’s se quedaron esperando el grito de guerra para cerrar carreteras, aeropuertos y tomar oficinas públicas. Hoy los jóvenes están manifestándose desde el Internet, de muchas formas y profusamente en redes sociales.
2006 Segunda polarización
Bajo una campaña de desprestigio contra el candidato de la Coalición por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, y una apretada victoria del PAN, de nuevo el país entró en un conflicto social, la cual mucha se manifestó en las calles. Un margen mínimo del 0.58 por ciento se le otorga el triunfo a Felipe Calderón, pero la izquierda lo acusa de fraude electoral.
Posteriormente se instala un nuevo sistema de comunicación política ante el poder de los medios tradicionales sobre los Partidos Políticos, el 70% del gasto de campaña se iba a pagar TV, radio y periódicos. Y de acuerdo con Cofetel e INEGI en México había poco más de 20 millones de internautas.
En el año 2006 fue la segunda revuelta social política que brindó el caduco sistema político mexicano, pero esta ocasión la diferencia fue el abierto apoyo del PAN para evitar que otro candidato de la izquierda llegue a la Presidencia de la República.
Ese año el país se crispó quedando una herida abierta, se decidió transparentar el recuento de votos abriendo una mínima parte de la paquetería electoral, se decidió postergar para otro año la verdad.
Esa verdad que hace caer gobiernos y que por lo tanto se niega, y se ayuda esa falta de información gracias la masa aforma de la primer década del nuevo siglo.
Y mientras tanto el mesías intelectual ataca al “mesías tropical”, pero primero se pregunta “¿cómo llegamos a esta zozobra que corroe nuestra vida pública?” (Letras Libres 209, página 9, 2016), y con base de mentiras abre el ataque antidemocrático: “La irrupción brutal de la violencia ha sido la mayor sorpresa del siglo XXI en México. No habíamos vivido nada similar desde la revolución mexicana, pródiga de atrocidades, ejecuciones y masacres, secuestros, asaltos, saqueos, extorsiones. Más de un millón de personas murieron violentamente entre 1910 y 1920. Entre 2007 y 2014, más de 180 mil mexicanos fueron asesinados por motivos relacionados con el crimen organizado”. (ob. cit. Letras Libres).
En la revolución mexicana la mayoría del territorio mexicano estaba bajo el terror de gavillas, la presencia de gobierno era nula en grandes extensiones territoriales, la ley del más fuerte prevalecía.
El México de 2016 tiene 32 regiones económicas, más de 2500 municipios y entre las que destacan con una intensa actividad económica pero sin duda en todo el territorio nacional hay pobreza.
Aunque hay enormes regiones sin Jueces de Distrito o presencia permanente del gobierno Federal, Estatal y municipal se tienen identificadas, más con las nuevas tecnologías de información.
No es para nada el México de 1910 a 1920 en materia de violencia, porque los asesinatos que habla Krauze de la época revolucionaria no se comparan con los registrados hoy en día por año, precisamente porque no se puede negar el avance que se tiene, la presencia de eso que llamamos gobiernos en cada rincón del país, está pero no está.
No se compara que haya violencia encarnada desde el gobierno contra la sociedad, menos que antes, nada, sin embargo ocurre, los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos”, igual que 1968 con la masacre de Tlatelolco.
¿Qué pasó que en esa transición que pudrió todo? Es lo mismo que en 2010 revelaba el panista Luis H. Álvarez: “Francamente no sé si hicimos lo correcto en ese momento”, en una entrevista de Carmen Aristegui para el libro “Transición” (Ricardo Trabulsi y Carmen Aristegui, segunda edición 2010, página 20)
En 1988 el PAN pactó esa transición con el PRI a cambio de reformas legales para garantizar la participación en la democracia mexicana, por eso vinieron luego creaciones de institutos como el INE, ante IFE.
Pero el país con todas esas reformas siguió siendo pobre y la impunidad corre como sangre envenenada por nuestro organismo, hoy en día todos somos vulnerables a que un grupo de policías te asesine, secuestre o desaparezca sin el más mínimo aviso de justicia, al igual que el crimen organizado nuestras fuerzas del orden se han convertido en la peor amenaza.
Y hoy el periodista Álvaro Delgado, revela en su libro otro acuerdo del PAN y PRI para evitar que la izquierda gobierne en México.
Los políticos se degradaron más de la cuenta, teniendo como mayor ejemplo la escasa popularidad del presidente Enrique Peña Nieto.
De nuevo se asoma una tercera polarización del voto para la elección presidencial de 2018, el presente año es una prueba de fuego para ese caduco sistema político con tufo blanquiazul.
Los políticos tradicionales tienen un elemento que vino asomarse en 2012, pero Enrique Krauze describe con brillantez pero pesimista visión lo que ocurre en los jóvenes mexicanos -expresión de más de una cuarta de la población- en esta etapa de construcción del “genuino Estado de derecho”.
Datos de la Secretaría de Gobernación -con base en una encuesta- los jóvenes llegan con entusiasmo a la edad de votar, pero se apaga y regresa hasta que pasan los 40 años de edad. Prácticamente se olvidan de su participación en los comicios, no construyen ciudadanía.
Es baja la participación de los jóvenes en la política, quienes deciden participar en la búsqueda del Poder de representación pública son atraídos por fuerzas existentes de todos los sabores: PRI, PAN, Morena, PT, Verde y los que nazcan día a día en cada campaña electoral. Aunque hoy se abrió la posibilidad de Candidaturas Independientes.
Escribe Krauze: “No deja de ser extraño, en ese sentido, que no hayan surgido en México partidos políticos de jóvenes (como Podemos o Ciudadanos en España). Pero los jóvenes de hoy han elegido otros carriles de protesta: las redes sociales, internet. Marcada por el humor, la energía y la imaginación (también por la fugacidad y la ligereza), su protesta está más que justificada. Les heredamos una casa (la de la democracia) con paredes, techo y piso, pero poco más. No es realmente una casa, sino un espacio turbio, inseguro, violento, con zonas de enorme pobreza y desigualdad. De ahí su enojo. Pero se trata de un enojo democrático. No revolucionario, ni radical, pese a su virulencia. La mayoría no quiere derruir la casa”. (Página 18 Letras Libres edición 2009 “Desaliento de México).
El nuevo ingrediente
En el año 2018 vamos a nuevas elecciones presidenciales.
2012 Entramos a la segunda década del nuevo siglo. Irrumpe Internet, de 20 millones de internatutas en 2000, hoy en 2016 somos 63 millones conectados con esta red de redes.
El PAN pierde la Presidencia de la República, el PRI retorna al poder con otra acusación de fraude, compra de votos y control de los medios de comunicación, cargados como hace 28 años en México: de nuevo al Poder y ahora por ironía al Revolucionario Institucional. De igual forma denostando al opositor, pero junto el PAN y PRI, lanzando a la izquierda una bomba de división que fue el Pacto por México y con la intolerancia de López Obrador, surgiendo de las cenizas como el Ave Fénix, pero ahora con más de 40 millones de personas conectadas a la red Internet en México.
El sistema de comunicación política diseñado para la difusión de mensajes políticos y diseñado en 2006 se vuelve inoperante, no acaba la compra de medios y la censura sobre las ideas de la oposición, la reforma de medios de comunicación en materia electoral fue hecha en 1996 para darle equidad a la contienda en los espacios noticiosos, hoy sabemos que sirvió.
No existe una reforma profunda de los medios de comunicación que garantizara el acceso a la radio, televisión e impresos. Se hizo una ley reglamentaria sobre el Derecho de Réplica pero repudiada por sectores progresistas que la miran más como amenaza desde el Poder, que un beneficio social.
Lo que fueron los medios en 1988 quedaron convertidos en una similar situación en el 2016, sí hubo avance tecnológico pero la censura del poder manda en las hondas hertzianas de la radio y televisión.
2016
México tiene más de la mitad de la población conectada a la red mayor que provino de más información, más desinformación, de la comunicación de pocos a muchos pasó de muchos para muchos.
En el 2016 se cuentan 64 millones de internautas, con una población de más de 122 millones de mexicanos. Y no parece detenerse, si en los 90 hace trizas a la industria de la cultura en los albores de la final de la segunda décadas del nuevo siglo pone en jaque al sistema político mexicano: gobierno de muchos para muchos, llaman jóvenes de 25 años en sus exposiciones por YouTube, marcan el rumbo de la tercera década del siglo 21.
Mientras que las formas de representación parecen estar caducas, como aquel viejo régimen priísta, se nos ponen nuevos retos en la comunicación, viene una caída de los medios tradicionales, el comercio electrónico ya alcanza a pasos agigantado al tradicional, el de mostrador, de cara a cara, hoy miles millones de dólares se intercambian en internet, la moneda impresa prácticamente está en proceso de desaparición.
Los medios de comunicación que a finales del pasado siglo considerábamos por arriba de la línea en materia de facturación publicitaria, hoy fueron abrasados por las red de redes, como ejemplo los los clasificados de los impresos, viven una caída por el comercio en las redes sociales.
En dos décadas del nuevo siglo hicimos obsoletos a los impresos, televisión y radio. No se mueren pero si se vuelven obsoletos para la promoción de marcas e imagen, entre ellas la de los políticos.
La arena para ganar legitimidad, para estar comunicado a la sociedad que lo vea que está gobernando, y para promocionarse, sin duda son las redes, y como quiera llamarse: Internet.
El avance de la tecnología telefónica sin duda ayudó mucho a la integración un aparato llamado Smarphone, con esto estalló la conexión de los humanos.
2016.4G
SERES DIGITALES
Hace unos días se daba a conocer que en México estamos ya en la era de los «seres digitales» que deja la comunicación unilateral y vertical, para pasar a la comunicación horizontal, «una comunicación de muchos a muchos» lo describe la argentina Pia Mancini en su conferencia «Abriendo el ancho de banda de la democracia».
Ya pasó otra campaña electoral en Baja California, miles de personas salieron a la calle para pedir el voto y lanzar propuestas para conectar con el votante y obtener el voto, y al mismo tiempo ocurre un cambio gracias al Internet, el cambio de paradigma y que a nuestro país lo alcanzó, estamos pariendo al ser digital.
El Internet tal como lo conocemos plantea una forma de comunicación donde el usuario puede elaborar mensajes de manera masiva, puede conocer las reacciones que tuvo esa comunicación generada desde su celular o computadora en casa, y sin intermediarios elaborar una comunicación. Y a un mismo costo de quien recibe ese mensaje, dicen esos jóvenes navegantes.
Con los medios tradicionales no se podía lograr esa red. Gracias al Internet vino una transformación en todos los ámbitos de nuestra vida diaria tanto individual como colectiva, hoy en día nos reportaban una encuesta hecha en México que nos preocupamos más cuando olvidamos nuestro teléfono inteligente en casa que la cartera.
Ahora estamos expuestos más horas al Internet que a los medios tradicionales, ahora el comercio, la cultura, los medios y toda actividad humana está moviéndose en el Internet.
Al mismo tiempo, los procesos electorales en Baja California está sufriendo una crisis de participación, los niveles de votación son por debajo a los obtenidos en 2013, apenas tres años.
Tan bajos niveles de participación eligen gobiernos de baja representación, es decir apenas un 17% de la población con credencial de elector elige al Gobernador del Estado.
Bajo esas crisis de representación, los políticos están elaborando mensajes del siglo pasado, así lo estamos viendo en Internet. Es un viejo esquema con un mundo distinto.
Hoy en día los políticos sí están en Internet, igual los organismos electorales y los gobiernos, pero no están entendiendo el cambio.
La participación en política debe ser un espacio donde el Internet puede ser el instrumento para hacer crecer esa participación social.
Santiago Siri, otro pensador sobre redes sociales, establece en su conferencia «Hackear la política» que el Internet es una revolución similar al vivido en el Renacimiento con la imprenta.
Pero es la política donde están las últimas resistencias a esos cambios, nos cuenta el expositor.
Localmente la presente campaña electoral en Baja California nos muestra un especie de Embrace the line entre los medios tradicionales y redes sociales, a través del internet puedes conectar a un público mayor que la radio, tv y radio juntos, lo miramos en todos los ámbitos de nuestras vida, pero donde los Partidos y candidat@s sigue enviando mensajes unilaterales, verticales y acartonados clásico de antes de los votantes digitales.
Esto ocurre en facturación publicitaria, para el 2018 los especialistas estiman que el Internet facturará lo mismo que lo hace actualmente la televisión, bajo la amenaza de superarla.
“Hace apenas cinco años, en 2009, la publicidad en Internet suponía 44.528 millones de euros, menos de la mitad que la publicidad en televisión, que facturaba en ese momento 100.216 millones de euros”, indicó el informe ‘Entertainment and Media Outlook 2014-2018. España’, elaborado por PriceWaterhouse Coopers (PwC).
Al comercio, al capital y al gobierno el Internet «masivo» los vino a cambiar, y eso representa otro nivel de representación, de fiscalización, de votación por autoridades, de participación en la elaboración de leyes y vigilancia del servicio público.
Texto de ensayo de Jaime Delgado: La animosidad del Ser.