Por Jaime Delgado
MEXICALI.- Averiguar los motivos de la derrota y el triunfo en las elecciones locales es una faena difícil, los protagonistas guardan celosamente secretos de la campaña, no se si lo hacen para vender mejor los pormenores para hacer actividades proselitistas que te lleven al triunfo, sin duda en esto la mala suerte o el ineficaz plan cuenta para no repetirlo. Las fuentes informativas prefieren guardar su identidad y así sueltan la «carnitas», los detalles del camino de 45 días. La condición se acepta.
Como primera conclusión es que el Alcalde de Mexicali, Jaime Rafael Díaz Ochoa, perdió al apostarle al candidato de la coalición PRI, Antonio Magaña. La derrota sin duda pegó duro a la pareja sentimental del Presidente Municipal, la presidenta del DIF, Sonia Carrillo, quien hasta recibió en las oficinas públicas al aspirante.
La apuesta del todavía panista Jaime Díaz, llegó junto con la promesa -según el comunicador- de establecer una línea de contención con la ayuda de elementos de la Policía Municipal. La acción nunca se vio el día domingo 5 de junio, eso sí agentes de la Policía Estatal Preventiva (PEP) se vieron con todo desactivando la movilización del PRI y sus coaligados. Los preventivos sí actuaron pero la mayoría bajo las órdenes de simaptizantes panistas, los regidores Abraham Medina y David Reynoso, son prueba de ello.
La operación panista fue tan precisa que la movilización del PAN el domingo de la elección fue donde ganó, el triunfo se trabajó. En la casa del PRI se habla de «gane» de más de 7 millones de pesos que serviría para ayudar al voto fiel, no hubo nada, la aplanadora azul acabó con los sueños de los rojos.
Sin duda el candidato Alcalde Antonio Magaña, no le sirvió la popularidad en el Canal 66 durante 12 años como conductor del programa «Con Sentido». Mucho menos pelearse hasta con su propia sombra, pero no con los aliados que prefirieron traicionar al PAN. Tanta fue la cercanía, la confianza de la verdadera alianza electoral del aspirante priísta.
Eso destrozó al PRI, el «cuarto de guerra» parecía estar en la Presidencia Municipal. Magaña mandó al diablo toda alianza posible con la menguada estructura del PRI, ni el otrora presidente del «tricolor» Eduardo Martínez Palomera, no lo quería como candidato.
Pero la derrota no es la nota sino la traición contra el PAN y el PRI; donde salieron ganones los azules con Gustavo Sánchez.
«Toño podía ganar, tuvo su oportunidad pero no tuvo disciplina, destrozó el «cuarto de guerra», prefirió la estrategia del Alcalde y Sonia Carrillo, que la ayuda del PRI», expresó uno de los involucrados en la campaña.
Desde el «destape» de Magaña se incendiaron los focos rojos, los priístas esperanzados esperaron la organización y liderazgo del comunicador, nunca llegó la planeación, temas de campaña. Desde el inicio rechazó las brigadas, no se organizaba con los candidatos a diputados, mucho menos con la estructura territorial del PRI.
Traiciones estuvieron al orden del día, pero se quedaron vivas durante la campaña. Magaña no escuchaba, mucho menos seguía una disciplina, seguía bebiendo y cancelaba agenda acordada.
Magaña tuvo el apoyo de los jóvenes, en la zona rural y en la urbana pudo ganarlo pero no hizo campaña.
El PRI concentró el esfuerzo en Tijuana, donde quedaron cerrados los números entre el PAN, PES y PRI.
En Mexicali se desplomó el PRI, tanto que por primera vez en la historia la Capital no tendrá legisladores priístas, todos vienen de la zona Costa.
Magaña acabó con el Partido, sentenciaron. Nunca se mentalizó como político, siguió el camino del comunicador y nunca planeó estrategia de campaña.
Manlio Fabio Beltrones, entonces presidente del PRI, brindó apoyo al candidato, incluso el coordinador de campaña de Toño Magaña, le facilitaron una licencia como Delegado de una dependencia Federal.
Magaña no salió a la calle, recorrer las colonias y cruceros, de perdida a saludar a los ciudadano como sí lo hizo el candidato del PAN, Gustavo Sánchez.
Se le dijo al Candidato pusiera atención en la contención, nunca hizo caso, los panistas ganaron el Día «D», movilizó y supo desactivar al PRI y sus aliados.
Toño Magaña, posterior a la derrota, se retrata con sus aliados, y su amiga y comadre la Oficial Mayor, Maribel Avilez, llora, no se si de felicidad o por la derrota.