A la redacción llegó la siguiente denuncia en contra del Director del Instituto de Cultura de Baja California, que se relaciona con el manejo de plazas y sobre todo supuesto beneficio que tiene con una empleada de la paraestatal.
TECATE.-Los que ya no sienten lo duro, sino lo tupido son los trabajadores del Instituto de Cultura de Baja California de Tecate, pues de un tiempo a la fecha tienen que soportar los malos tratos y humillaciones de una empleada de la dependencia, donde el titular estatal Manuel Felipe Bejarano Giacoman, tiene ya varios meses apegado con Ana Hernández, misma que aprovechando la relación con el funcionario, detenta el poder en el Instituto haciendo y deshaciendo a su antojo.
Y es que si se tratara solo de malos tratos hacia los empleados no dejaría de ser un simple chisme de pasillo, desafortunadamente, también se trata de malversación de fondos, de uso y abuso de unidades oficiales para asuntos personales, así como de la sustracción y perdida de material propiedad del Estado sin que nadie haga algo por remediarlo.
Parece que de esta relación con Bejarano Giacoman, la joven empleada ha sacado también múltiples beneficios pues se sabe que se ha aumentado el sueldo en mas de un 200%, lo que la coloca como una de las funcionarias de gobierno mejor pagadas en ese municipio, amen de que semanalmente tiene varios «viajes de trabajo» en todo el Estado mismos que se paga con recursos públicos.
Parece que al titular del ICBC, hace mucho tiempo fue demandado por acoso sexual por parte de una empleada del Instituto, situación que por poco le cuesta el empleo, aunque la libró por poco gracias a las relaciones que ha sabido sembrar a lo largo de su función como servidor público, y que desgraciadamente tiene sumido al ICBC en una de las peores crisis desde que fue fundado.
RECAUDACIÓN DE TECATE CON FALTANTE MILLONARIO
También por aquellos rumbos se tienen noticias de que a las oficinas de Recaudación de Rentas del Estado, donde funge como responsable José Manuel Márquez han llegado un grupo de auditores a buscar un faltante de recursos por el orden de un millón 300 mil pesos, los cuales de plano no saben donde quedaron, por tal motivo, se procedió a incautar varias computadoras propiedad del titular, así como de varios empleados, mismos que tienen entre sus funciones la contabilidad de los dineros que caen a las arcas estatales.
Por su parte, Jose Manuel Márquez esta sumido en un profundo silencio esperando la reprimenda de su jefe, pues según cuentan algunos de sus empleados, ese dinero que falta fue sustraído por el mismo para pagarse algunos lujos pensando que, si la suerte estaba de su lado, nadie se daría cuenta, pobre iluso, acaso no sabe que las paredes oyen.