Por Jaime Delgado
MEXICALI.- Cada mitad de sexenio se viene un cambio de Legislatura y Ayuntamiento en Baja California, pero cabe la pregunta ¿volverías a votar por «Kiko» Vega?
El próximo 1 de octubre el gobernador Francisco Vega de Lamadrid, tiene que rendir cuentas ante la nueva Legislatura.
Esta rendición de cuentas no obliga al mandatario acudir ante el recinto legislativo para que reciba cuestionamientos directos de los representantes populares.
Hay temor de este mecanismo que viene darle contrapeso al poder, sin embargo el poder que guardan los Gobernadores de este país logran burlar este sistema que viene a darle equilibrio al Poder.
Con la rendición de cuentas, «Kiko» Vega estaría impedido -así como cualquier titular del Poder Ejecutivo- en caminar rutas que podrían caer en la ilegalidad; con esto no afirmamos que sea el caso de Baja California.
Desde que México conquista su Independencia empieza el protocolo de rendición de cuentas, es decir, desde el primer Presidente de la República, se entrega un informe al Poder Legislativo, pero a la vez se hace un mensaje político.
Este protocolo fue cambiando, sobre todo en el surgimiento de las bancadas parlamentarias de oposición. Anterior a 1988 el dominio del PRI era total en la Cámara Federal de Diputados, Congreso locales y no se diga el Senado.
Para los gobernadores resulta incómoda la rendición de cuentas, es un paso que no les agrada hacer, excepto para el halago, el besamanos (que creíamos desaparecido) y el aplauso comprado.
Paralelamente se vale cuestionar a la mitad del gobierno de Francisco Vega de Lamadrid: ¿está haciendo una labor que debe aplaudirse o repudiarse? ¿votaría de nuevo en caso de que tener como opción la revocación de mandato?