Para las y los aspirantes a cargos de elección popular
Por Jaime Delgado
MEXICALI.- El 2018 sin duda se vivirá la madre de todas las batallas en el terreno político-electoral, en disputa la joya de la corona: Presidencia de la República, Senado y Cámara de Diputados, solamente en el terreno federal.
El 2018, además hay elecciones concurrentes, habrá elecciones locales concurrentes a los comicios. Pero la batalla madre será la Presidencia de la república.
El PRI sin duda tiene como carta principal al secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, un político austero, articulador de la pluralidad y con reconocimiento internacional. El Macrón del establishment.
El reto de Meade, si es que es candidato presidencial del PRI, es establecer una estrategia de comunicación política y exponer el proyecto que vienen promoviendo: de estabilidad, crecimiento económico y abatir realmente la pobreza. Pero la corrupción es un tema que tendrá que enfrentar, por eso debe generar confianza que no caerá ni tolerará la corrupción.
Además de construir un polo de gravedad hacía el centro democrático, que capitalice el voto útil que tienen miedo de López Obrador, y que representa el establishment, el Macrón del PRI y PAN.
El principal reto del PRI es la capacidad de comunicación política hacía la población, se nota un mejoramiento pero arrastra muchos negativos, pero están demostrando un proyecto definido de desarrollo de nación y que su exponente en la Presidencia Enrique Peña Nieto, lo reafirmó en el V Informe de Gobierno.
PAN ARTICULAR UNIDAD
El PAN está abriendo heridas, quedando en evidencia la disputa por la presidencia del Senado de la república, ganada por los «calderonistas». Esta lucha pone de manifiesto, que esta formación política (PAN) se ha quedado sin una propuesta o proyecto de nación alternativo. Y se enfrasca en una lucha fratricida, pero pone en relieve que el presidente Peña Nieto, toma control de este instituto.
El presidente del Senado, Ernesto Cordero, ex secretario de Hacienda, seguramente jugará de lado de José Antonio Meade, en lo del presupuesto.
El popular es Andrés Manuel López Obrador, presidente de Morena en el país. Quien no se cansa de recorrer el territorio nacional, ser candidato presidencial y el político de mayor peso en redes sociales, no en medios tradicionales, quienes parecen hasta odiarlo.
AMLO se mantiene en la preferencia del votante, con un fuerte liderazgo en las redes sociales. Su reto principal será la selección de candidatos en los comicios federales y estatales, así como se está viendo en la Ciudad de México con el aspirante Ricardo Monreal, quien perdió en la encuesta por la Jefatura al Gobierno, y no reconoce los resultados.
López Obrador tiene además como su peor enemigo él mismo, y de eso él es el único responsable, sigue aventando bala a cuanto político se le atraviesa, no logra romper el dominio mediático de que está relacionado con Venezuela, no se muestra suelto en propuestas, su discurso ya cansa.
Puede ganar Sí. Pero López Obrador debe resolver el método de legitimación a su liderazgo. Damos por descontando que será candidato presidencial de Morena, la pregunta ¿no habrá proceso interno? ¿no habrá debate? ¿no tendrá elección? ¿pre campaña?