Por Jaime Delgado
MEXICALI.- Nunca en la historia política reciente de México, desde que se empiezan a utilizar las encuestas como sistema de medición (1994), un candidato presidencial había arrasado en las encuestas en los niveles de Andrés Manuel López Obrador, además enfrentando una guerra sucia, llamadas masivas telefónicas para desprestigiar, dos debates, ni errores de estrategia, nada hacen bajar a Morena.
En la elección 2012, el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, en las encuestas diarias estuvo posicionado como puntero, al final, en la elección quedó con el triunfo en la mano con 7 puntos de diferencia, aproximadamente.
De igual forma, en aquel año 2012 el PRI llevó a la Cámara de Diputados y Senado suficientes representantes para asegurarse a Enrique Peña Nieto las reformas estructurales, con la alianza del PAN y PRD.
Si nos trasladamos más al pasado, 1988, no había manera de medir la preferencia electoral, pero ahí sonaron más fuerte las acusaciones de fraude, robo de la elección y empieza el periodo neoliberal que adelgazó al Estado (vendiendo empresas públicas) y abriendo las fronteras al mundo globalizado.
Pasaron 30 años, el país tiene a un candidato puntero, similar a 2012, pero con el agregado de la conexión en redes sociales, el declive de medios tradicionales, y la crisis del sistema, un candidato disruptivo, que lleva dos campañas, y que desde 2016 empezó a encabezar las encuestas, y no lo bajan, sino lo suben en esa preferencia.
El candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, logró girar este 2018 a rangos de mayor tolerancia, de sentarse con los “enemigos”, la “mafia del poder”, en las plazas públicos sigue arengando. “Amor y paz” con el dedo índice y anular arriba, el resto abajo.
El candidato de Morena tuvo en la mesa: condiciones de corrupción elevadas a índices inimaginables, hasta el presidente Peña Nieto, enlodadas con la “Casa Blanca”, previo la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Crisis de los Partidos Políticos, hecha trizas la imagen de los políticos tradicionales.
Le agregaría el manejo del candidato López de las redes sociales, nadie como él de los ahora candidatos presidenciables, incluyendo a Jaime Rodríguez “El Bronco”, quien es el “rey” en Facebook, pero pagando.
López Obrador, además tuvo a dos contrincantes del PRI y PAN que no funcionaron, con escándalos de corrupción, terrible narrativa de campaña (odiar al candidato de Morena) y odio social contra “sus” políticos, quienes han cogobernado desde 1988 la Presidencia de la República.
En 1988 la crisis económica existía, la política, la impunidad, la corrupción. Hoy, la diferencia es que hay más exposición pública a los temas gracias al Internet.
López Obrador no aparece en segundo ni tercer lugar, es puntero. Ricardo Anaya del PAN y José Antonio Meade, del PRI, no han logrado volcar a los votantes a sus ideas o propuestas, por eso recurren al desprestigio, a la deshonra, a la mentira y engaño para bajar al de Morena.
Esto es inevitable, parece que la sorpresa quedará en deseo de Meade y Anaya, que la votación está cantando, pero faltan días, 21 para ser precisos.
1 comentario
AMIGO QUERIDO JAIME DELGADO:
QUIERO RECORDARTE QUE A PESAR DE TUS DESEOS CHAIROS DE QUE GANE EL PEJE…. LAS ELECCIONES SE GANAN CON VOTOS SOLAMENTE!
EL 80% DEL RESULTADO DE ENCUESTAS DIGITALES Y EN REDES SOCIALES SON DATOS FALSOS.
SOLO RECUERDA: EL PEJE SIEMPRE HA LLEGADO ARRIBA EN LAS PREFERENCIAS DE ENCUESTAS Y… NUNCA HA GANADO!
CON TODO MI CARIÑO Y ADMIRACION: RAMON NUÑO