Por Jaime Delgado
MEXICALI.- Como el Titanic que nadie creía que podía hundirlo, así Morena en Baja California navega con rumbo a la elección estatal del domingo 2 de junio, donde una gran parte de la población y sus representantes tienen pensado que llegará a buen puerto, pero en su ruta de navegación hay un obstáculo enorme que se puede convertir en eun iceberg que hundió al trasatlántico británico en 1912.
El ex jefe policíaco Julián Leyzaola, podría ser ese iceberg contra Morena, por su alto capital político y autoridad moral, es un fenómeno parecido a Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, que fue capaz de derrotar la ola de Andrés Manuel López Obrador, el pasado primero de julio.
Morena tiene ante sí la necesidad de postular a mujeres y hombres con al suficiente solvencia moral y política, para que el electorado de Baja California le refrende su respaldo en las urnas el domingo 2 de junio.
Además está la designación de funcionarios del Gobierno Federal en Baja California, donde ya surgieron una ola de inconformidades dentro de la militancia de Morena, precisamente por el nombramiento de figuras cuestionadas que obedecen a compromisos obscuros.
El Partido Morena está obligado a presentar candidaturas frescas, que generen expectativas favorables en temas tan sensibles como es el combate a la corrupción.
Por su parte, Julián Leyzaola, puede estar cometiendo un error al dejarse postular por una marca partidista que está en declive, haciendo agua desde los pasados procesos electorales por los malos desempeños de sus gobernantes locales.
La pregunta es: ¿qué tanto podría contrarrestar Leyzaola, los negativos del PAN que ha generado en los 30 años en el Poder del Estado?
¿Hasta qué punto Leyzaola estaría dispuesto a deslindarse, para empezar del gobernador Francisco Vega de Lamadrid y el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, y que la población se lo crea?