MEXICALI.-Este lunes se dará a conocer el acuerdo entre Jaime Martínez Veloz y el PRD, además del movimiento MAS 4T. El probable candidato a Gobernador dará a conocer el acuerdo con el Partido.
«Estimad@s amig@s, el día de mañana 25 de Marzo, a las 13 horas, en un salón del Hotel Lucerna, en la Ciudad de Tijuana, el Movimiento Amplio Social por la Cuarta Transformación, (MÁS 4T) el Centro de Estudios y Proyectos de la Frontera Norte “Ing. Heberto Castillo Martínez” y el Partido de la Revolución Democrática, estableceremos el compromiso de impulsar la Cuarta Transformación en el Estado, mediante la firma del Proyecto de Trabajo denominado, “Manifiesto por la Refundación de Baja California”, el cual anexamos a la presente invitación».
MANIFIESTO POR LA REFUNDACIÓN DE BAJA CALIFORNIA
Elaborado por Jaime Martínez Veloz
A partir del 1° de julio del 2018, se respiran nuevos aires en la República.
Gracias al poderoso impulso popular, las fuerzas políticas progresistas
obtuvieron un triunfo histórico e indudable, que permitirá una nueva
transformación de nuestro país, en beneficio de millones de mexicanos.
Esta gran transformación nacional habrá de iniciar muy pronto en Baja
California -donde empieza la Patria-.
Las Organizaciones de la Sociedad Civil, comunidades y ciudadanos abajo
firmantes, queremos expresar a la población cuál es la Baja California que
queremos, por la cual hemos trabajado y con la que estamos comprometidos
a luchar hombro con hombro.
JUNTOS SOMOS MÁS
Congruentes con los grandes cambios que se avizoran a nivel nacional, los
planteamientos aquí expresados no son sólo nuestros.
Muchas de las propuestas e ideales aquí contenidos, provienen de
experiencias de vida tanto personales, como de la convivencia y reuniones
sostenidas a lo largo de muchos años con los más diversos actores sociales,
con compañeras y compañeros de lucha, liderazgos de colonias populares,
indígenas, campesinos, obreros, comerciantes, empresarios, transportistas,
intelectuales, académicos, estudiantes, pescadores, ciudadanas y
ciudadanos, vecinos, amigos de los medios de comunicación y muchos más,
quienes al expresarnos su visión del mundo, realidades y necesidades, nos
motivaron e hicieron pensar en la necesidad de organizar nuestro esfuerzo
al servicio de las mejores causas de la sociedad y de la gente.
En este ejercicio, estamos abiertos tanto a la crítica, acompañada de una
mejor propuesta e ideas innovadoras; como a toda iniciativa que promueva
el cambio.
Lo importante es definir un punto de partida desde el cual, juntos, pongamos
manos a la obra para la transformación profunda de Baja California. Una
transformación que se refleje en la vida diaria de las personas, que garantice
su desarrollo integral, su seguridad, paz, bienestar y posibilidades de
progreso.
¿QUÉ BAJA CALIFORNIA QUEREMOS?
Desde Baja California, surge esta propuesta como la visión colectiva de un
proyecto de esperanza, que puede llegar a concretarse si compartimos
sueños y anhelos, si cimentamos nuestras aspiraciones con talento y
trabajo, si nos reencontramos y creemos en nosotros mismos como quienes
habremos de transformar una realidad que a nadie gusta, pero que está viva
y presente en los rostros y cuerpos de miles de bajacalifornianos, que hoy,
o no tienen, o cuentan con escasas alternativas para mejorar sus
condiciones y calidad de vida.
Aquí, donde empieza la Patria, queremos también que inicie la Cuarta
Transformación de la República, propuesta por el Presidente Electo de
México.
Queremos una Baja California donde haya nuevos caminos de esperanza
para transitar a un mundo más justo y equitativo, donde seamos capaces de
cambiar nuestro sentir, nuestro pensar y nuestro hacer, para estar a la altura
de nuestros sueños.
Queremos una Baja California que escuche, dialogue y construya con
propuestas y compromisos; que sea para todos y todas, donde exista una
nueva constitucionalidad, que fortaleciendo nuestra herencia histórica y
nuestra identidad nacional, establezca las bases para forjar un Estado justo
y diferente; donde la vida política, económica, social y cultural, se
transformen para el logro de los ideales y el beneficio de las y los
bajacalifornianos, quienes habremos de ejercer a plenitud nuestros derechos
y cumplir a cabalidad nuestras obligaciones.
EFICACIA, TRANSPARENCIA Y DESTIERRO DE LA CORRUPCION
Concebimos una Baja California pensada en positivo, donde la mentalidad
se oriente a construir puentes y no muros entre las y los otros, donde el ser
humano, la gente, sean el punto de referencia, principio y fin de toda acción
de la administración y los poderes públicos; donde éstos, además de ágiles
y eficientes en su gestión, informen con suma transparencia el uso de los
recursos que les fueron confiados.
Queremos una Baja California donde nuestros gobernantes sean
profesionales con alto sentido del deber, capaces y honestos; con espíritu
de servicio a toda prueba y profundo amor a nuestro Estado y a su gente.
Queremos servidores públicos conscientes de que el poder y sus cargos son
para servir a la sociedad, no para enriquecerse.
Queremos una Baja California donde el gobierno se maneje con ética y
austeridad republicanas, donde no existan estructuras burocráticas
anacrónicas e innecesarias, ni privilegios y percepciones extraordinarios en
los altos mandos de la administración. Un Estado donde se gobierne con
igualdad y equidad, empezando por los más pobres, los más necesitados.
Aspiramos a una Baja California con un gobierno cercano a la gente, que
sepa armonizar los intereses de los distintos grupos y sectores sociales
integrándolos a los procesos desarrollo; donde haya un federalismo que
equilibre el desarrollo regional con nuevas reglas de convivencia y
cooperación entre federación, estados y municipios; más equitativo en la
distribución de los recursos, y donde los gobiernos locales obtengan más
ingresos, gracias a mayores potestades.
Queremos una Baja California donde las instituciones ofrezcan certeza
jurídica al patrimonio de las familias y se comprometan con un programa
eficiente y ágil de regularización de la tenencia de la tierra.
Queremos una Baja California justa, donde la plena igualdad ante la ley y el
respeto a los demás y a su diversidad, sea una forma de vida, y se
reconozcan como norma constitucional los derechos humanos; donde no
exista ni discriminación, ni sumisión por causa alguna.
Una Baja California tolerante, equitativa, plural, incluyente, generosa y libre.
Una Baja California donde la corrupción sea cosa de un pasado ominoso, y
la honestidad y la verdad en las conciencias y el proceder, un tesoro
presente.
SABER PARA SER LIBRES
Luchamos por una Baja California donde la educación sea valorada como el
principal medio para terminar con la desigualdad social y generar el avance
del Estado; donde la calidad y los contenidos del sistema educativo alienten
la capacidad analítica y el pensamiento crítico de los estudiantes, y se
transformen gracias a una intensa participación de los padres y madres de
familia, docentes y alumnado, para formar personas más creativas, con
valores sólidos y afición a la lectura e investigación.
Queremos una Baja California donde la educación pública sea un asunto de
Estado. Una Baja California que garantice la educación pública en todos los
niveles, desde preescolar hasta doctorado, incluyendo el otorgamiento de
becas en apoyo a quienes por falta de recursos, hoy se encuentran en riesgo
de deserción escolar. Donde los docentes reciban capacitación y
actualización permanente, así como sueldos dignos, acordes a la
trascendencia de la función social que desempeñan.
Queremos una Baja California dinámica, donde el acceso al conocimiento y
a las nuevas tecnologías de la información estén al alcance de todos; donde
se asignen recursos presupuestales para impulsar la investigación científica
y tecnológica, donde los medios de comunicación, además de entretener con
calidad, informen y cumplan una función formativa y educativa, que revalore
los principios que cohesionan a nuestro Estado.
LA CULTURA COHESIONA EL TEJIDO SOCIAL
Una Baja California con una mayor infraestructura cultural, y defensora de la
preservación del patrimonio ya existente en todo su territorio; donde la
cultura y el arte, como expresión del espíritu humano, sean algo cercano a
todos y concebido como parte del desarrollo integral del individuo para elevar
su calidad de vida.
Para una mayor difusión del conocimiento, el arte y la cultura, consideramos
que el estado debe crear una gran biblioteca digital de libre acceso a toda la
población y, en coordinación con los ayuntamientos, instalar internet gratuito
en las principales plazas públicas de la entidad.
Queremos una Baja California que impulse la radio y la televisión cultural,
donde los artistas y creadores contribuyan a la preservación de nuestra identidad, tradiciones y culturas populares e indígenas, y cuenten con apoyos y becas que estimulen la continuidad de sus trabajos.
REACTIVACIÓN AGROPECUARIA Y PESQUERA
Queremos una Baja California con una política de Estado en materia de
fomento agropecuario, que genere una profunda transformación de la
producción del campo, encaminándola tanto a la exportación como a la
autosuficiencia alimentaria y donde las y los ejidatarios, comuneros,
productores, ganaderos y pequeños propietarios, participen en su definición
y sean sus primeros beneficiarios.
Una Baja California que impulse al sector primario de la economía, y
valorando el profundo amor a la tierra que tienen las mujeres y hombres
campesinos los motive a mantener su arraigo mediante apoyos, créditos,
tecnología, insumos, sistemas de riego y precios de garantía, generando la
capitalización del sector, promoviendo la agroindustria y evitando con ello
que los campesinos emigren, con riesgo incluso de perder la vida.
Queremos una Baja California donde los recursos forestales sean
racionalmente aprovechados mediante la atención a toda la cadena
productiva: colecta y procesamiento de semillas, creación de viveros,
siembra y reforestación extensivas, mantenimiento y sanidad vegetal,
protección contra plagas e incendios, corte y comercialización de la madera.
Una Baja California donde por la abundancia de los recursos marítimos, el
sector pesquero sea apoyado y considerado como estratégico en el sistema
alimentario del Estado, abasteciendo a la población gracias a programas de
distribución y comercialización, con productos de alto valor nutritivo a bajo
costo; al tiempo que se promueve la acuacultura en toda zona donde sea
factible.
DESARROLLO ECONÓMICO CON VISIÓN SOCIAL
Queremos una Baja California donde el gobierno emprenda procesos de
desregulación, haga competitiva la estructura arancelaria, combata
eficazmente el contrabando, construya la infraestructura básica y productiva
que sea un pilar para el crecimiento de la economía de todos los municipios
del Estado; y fomente y brinde certidumbre a la inversión privada.
Queremos un Estado donde se apoye significativamente a la micro, pequeña
y mediana empresa, mediante acciones que incluyan créditos para
emprendedores, acceso a mercados y reducción de tasas arancelarias para
materias primas.
Aspiramos a una Baja California con alta competitividad internacional, que
erradique el “ahí se va” y consolide la cultura de la excelencia a fin de
insertarse más favorablemente en la globalización, gracias a su eficiencia y
productividad; que sepa atraer inversión extranjera productiva, al tiempo que
incentive la innovación en la industria nacional; donde las y los trabajadores,
cualquiera que sea su profesión u oficio, sean respetados en su persona y
sus organizaciones, tengan todas las prestaciones de ley y un salario
remunerador; y donde los empresarios cuenten con una ganancia atractiva,
justamente obtenida en el marco de su responsabilidad social.
Más que materias primas, queremos que nuestros exportadores envíen al
extranjero productos con alto valor agregado; y con el apoyo del Estado,
nuestras empresas desarrollen creativamente nuevas y propias tecnologías
para reducir la dependencia del exterior.
Pugnamos por una Baja California donde se promueva la diversificación de
las fuentes de generación de energía, incluyendo las ecológicas y no
convencionales; así como la modernización integral del sector energético,
que contribuya a producir a bajo costo, todo el gas y la gasolina necesarias
para su desarrollo, fijando tarifas de energía eléctrica justas y accesibles a
la sociedad y las empresas.
Queremos una Baja California donde el aumento del salario mínimo se
ubique por encima de la inflación, manteniendo el poder adquisitivo de las y
los trabajadores. Un Estado con pensiones dignas, que permitan a quienes
las reciben, ver compensados los esfuerzos de toda una vida en el trabajo.
DESARROLLO URBANO Y VIVIENDA
Aspiramos a una Baja California donde toda familia tenga acceso efectivo a
una vivienda digna, que al tiempo que constituya un patrimonio, sea el lugar
idóneo para la formación de valores, la sana convivencia y el desarrollo y la
expresión de los talentos de sus moradores.
Nos motiva luchar por una Baja California donde el crecimiento de las
ciudades, su infraestructura, desarrollo urbano y dotación de servicios
públicos, se fundamente en planes elaborados bajo la lógica de las
necesidades habitacionales, comerciales, de servicios y productivas, y no en
los intereses de acaparadores que especulen con los mejores espacios
territoriales. Debe ser el Estado y no el mercado el que regule el valor del
suelo.
Una Baja California que alce al unísono la voz en defensa de los suyos que
habitan allende las fronteras, quienes ante la falta de empleo tuvieron que
emigrar y dejar su casa y sus afectos.
Una Baja California donde se combatan las causas y no los efectos de la
pobreza y la ignorancia; donde el desarrollo social sea concebido como un
derecho de las comunidades, un asunto de Estado, y uno de los principales
retos nacionales que habrán de enfrentarse hasta en el último rincón de la
patria, para transformar las condiciones de injusticia y desigualdad, y
cambiar la vida y el futuro de los bajacalifornianos.
PRESUPUESTO PUBLICO PARA NECESIDADES Y NO PARA VANALIDALES
Bajo esta óptica, el Presupuesto de Egresos del Estado habrá de responder
a un proyecto donde el desarrollo social sea prioritario.
Queremos una Baja California donde las zonas marginadas dejen de serlo
gracias al esfuerzo solidario de sus habitantes y a la inversión pública bien
orientada; donde el financiamiento federal, estatal y municipal se combinen
armoniosamente con las aportaciones y mano de obra –trabajo comunitariode los vecinos de las colonias, los ejidos, organizaciones y grupos sociales
para potenciar y multiplicar la inversión; y donde las obras públicas puedan
ser diagnosticadas, seleccionadas y priorizadas por las propias
comunidades beneficiarias, y auditadas por una contraloría de la misma
sociedad.
Para alcanzar un desarrollo social real, los compromisos y aportaciones
deben ser de todos los actores; sólo así se dará un verdadero cambio.
Una Baja California donde las familias fortalezcan su economía gracias al
crédito público, que les permita generar autoempleo y desarrollar otras actividades productivas. Donde no existan hambre ni analfabetismo, y la
pobreza sea erradicada progresiva pero firmemente.
Una Baja California donde el Estado esté obligado constitucionalmente a
garantizar la alimentación y la salud de las y los bajacalifornianos, incluyendo
la dotación de medicamentos a bajo costo o gratuitos a quienes en situación
de pobreza, carezcan de los beneficios de las instituciones de seguridad
social. Al mismo tiempo, que vigile una profunda renovación de dichas
instituciones para que brinden un servicio de calidad, sostenibles a futuro
gracias a su viabilidad financiera, sin privilegios, con suficiencia en el abasto
de medicamentos e insumos; y a las que también tengan acceso los
trabajadores del campo y quienes laboran en la economía informal.
Queremos una Baja California que tenga como una de sus prioridades la
definición de una política de Estado para los sectores más vulnerables, para
que éstos cuenten con estrategias de atención que los integren
favorablemente al seno de la sociedad de la que forman parte.
POR UNA NUEVA RELACIÓN CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Pertenecemos a quienes desean que en Baja California exista una nueva y
justa relación del Estado con los pueblos indígenas, nativos y migrantes; que
por norma constitucional respete su lengua, identidad cultural, medicina
tradicional y autonomía en sus formas de gobierno; que corrija las
desigualdades económicas y sociales, y establezca la acción integral y
concurrente de las instituciones para lograr su desarrollo; un desarrollo que
revalore el papel social de la mujer indígena y brinde a ésta mayores
oportunidades educativas y laborales, y sobre todo, auténticas condiciones
de equidad; un desarrollo que no sea planeado sobre los escritorios, sino
concertado en las propias comunidades, con la participación activa y
vigilante de las y los beneficiarios.
Una Baja California que asuma el compromiso de reconocer en la
Constitución del Estado a los pueblos indígenas como sujetos de derecho
público. Que establezca la obligatoriedad a la consulta previa, libre e
informada. Donde la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos
de los pueblos indígenas y otros instrumentos jurídicos internacionales de
los que México forma parte, se incorporen a la Constitución del Estado y
sean de observancia obligatoria.
TODOS LOS DERECHOS PARA TODOS
Una Baja California donde las personas de escasos recursos económicos,
con discapacidad física, intelectual o sensorial, puedan acudir a centros
públicos de rehabilitación y cuenten con las oportunidades laborales y de
desarrollo que les permitan la obtención de ingresos y ser útiles a la
sociedad.
Una Baja California donde el Estado garantice como un derecho, la atención
y una pensión mínima alimentaria a las personas que por su edad no están
en condiciones de incorporarse al trabajo productivo.
Queremos una Baja California donde niños y niñas estén protegidos por la
ley y disfruten de la atención médica, alimentación y los cuidados necesarios
para quienes representan el porvenir de esta sociedad, quienes además
habrán de contar con educación pública gratuita, obligatoria y de calidad.
Una Baja California donde se divulguen y respeten los derechos de la niñez,
prevalezca el interés superior de la infancia y sea abolido el trabajo infantil.
DERECHOS DE LA JUVENTUD
Queremos un Estado donde las y los jóvenes participen de manera
protagónica en el diseño de las estrategias para resolver sus necesidades y
problemas presentes y construir su futuro; donde tengan la posibilidad de
participar políticamente, practicar deportes, aprender artes, culminar sus
estudios y disponer de alternativas para la utilización de su tiempo libre y la
canalización de su energía e inquietudes, donde pueda hacerse realidad la
plena realización de sus aspiraciones, potencialidades y talentos.
Queremos que Baja California sea un Estado democrático, basado en el
respeto, promoción, defensa y ejercicio de los derechos humanos,
garantizando la igualdad entre hombres y mujeres, incorporando en el
quehacer público y político la perspectiva de género, desde el
reconocimiento de que las condiciones de vida son diferentes entre hombres
y mujeres.
COMBATE A LA DISCRIMINACIÓN Y LA INTOLERANCIA
Un Estado donde el género no sea causal para vivir mejor u obtener una
mejor remuneración por el trabajo realizado; donde se reconozca
generosamente tanto en la legislación como en los hechos, la invaluable
labor que la mujer aporta a la vida nacional, sus necesidades, su visión y sus
valores; donde tenga absoluta y plena igualdad y los mismos derechos que
el hombre. Donde no sufra maltrato, explotación o discriminación de género,
ni sea relegada a un segundo plano en los distintos ámbitos en que se
desenvuelve, familiar, social, económico, político o cultural.
Una Baja California donde el medio ambiente sea motivo de especial
cuidado y atención, con programas y acciones que garanticen la protección
y restauración de áreas naturales; la protección de bosques y selvas de
cultivos prohibidos, quemas e invasiones para cría de ganado, tala
indiscriminada, comercio de especies en peligro de extinción e introducción
de cultivos y especies no acordes con el medio ambiente local.
Promovemos la defensa de la naturaleza y de todos nuestros recursos; que
no exista sobreexplotación ni depredación de los recursos naturales, sino su
aprovechamiento racional, integral, equilibrado y renovable. Que nuestros
mares vuelvan a tener las aguas transparentes, y nuestras costas su
limpieza original. Una Baja California donde todos contribuyamos a la
protección de los ecosistemas y de la extraordinaria biodiversidad existente;
y se sancione a quien atente contra ellos porque son patrimonio no sólo
nuestro, sino de las generaciones venideras.
EL AGUA ES UN DERECHO HUMANO
Demandamos que el agua sea considerada recurso estratégico y bien social;
y la existencia de una política integral para su acopio, cuidado, manejo,
distribución, uso racional y tratamiento. Demandamos también que los
sistemas de operación del agua, sean transferidos a los Ayuntamientos, tal
como lo establece el artículo 115 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
En el marco de una cultura de ahorro del vital líquido, todo bajacaliforniano
debe tener acceso al agua potable; por ello creemos que deben revisarse
los contratos de las plantas desaladoras, no porque estemos en contra de
este tipo de sistemas, sino porque no podemos permitir, que bajo la
justificación de la necesidad de este vital liquido, se realicen negocios que
afecten a la población y contravengan el marco jurídico mexicano.
Consideramos que debe existir una efectiva regulación de las empresas
trasnacionales, tanto con el fin de que observen a cabalidad las
disposiciones medioambientales, como de que los dueños de la tierra sean
partícipes, conforme a la ley, de los beneficios que se obtengan por la
explotación de los recursos energéticos, mineros o de diversa naturaleza.
EL PODER CIUDADANO AL GOBIERNO DEL ESTADO
Queremos una Baja California que garantice la tranquilidad y la seguridad
pública, donde no haya impunidad para nadie que violente la ley; y donde
todas las instancias que intervienen en la prevención, detención, juicio y
reclusión de delincuentes, sean federales, estatales y municipales, se
coordinen debidamente, compartan información y bases de datos y tomen
medidas de fondo para combatir a la delincuencia común y a la delincuencia
organizada.
Una Baja California que cuente con cuerpos policíacos capacitados,
ministerios públicos profesionales y honestos, jueces justos, todos ellos bien
remunerados, para evitar la impunidad y la corrupción que pone en riesgo la
gobernabilidad y fortaleza de las instituciones; donde éstas cuenten con
tecnología y equipo de punta para enfrentar con firmeza y castigar el
narcotráfico, el secuestro, la privación ilegal de la libertad y todo tipo de
delitos; donde la población recupere la confianza en materia de seguridad
pública e impartición de justicia. Una Baja California que no sólo se enfoque
a la delincuencia y sus efectos, sino que investigue y resuelva sus causas.
Queremos una Baja California donde el Gobernador del Estado sea un factor
de unidad, un Jefe de Estado, no un líder del Partido que lo llevó al poder; y
esté sujeto a la revocación o confirmación de su mandato.
Una Baja California donde las y los representantes populares se interesen
realmente por la gente, sean su vanguardia y voz viva; y tengan la capacidad
de lograr los acuerdos y las leyes que se necesitan en la Entidad para
modernizarse y avanzar, acorde a las necesidades de nuestro tiempo.
Un Estado donde el problema no sea el poder, sino que éste sirva para
resolver problemas. Donde la relación del Ejecutivo con el Legislativo sea de
respeto a la autonomía de éste y logren encontrarse formas de diálogo y
acuerdos para los cambios fundamentales que requiere nuestra Entidad.
Donde se reforme profundamente el Poder Judicial para transparentar la
imparcialidad e independencia de sus decisiones.
Aspiramos a una Baja California donde la política sirva a los intereses del
pueblo, como lo demandan las nuevas condiciones del país.
Una Entidad donde la política sea revalorada como instrumento para
alcanzar acuerdos que favorezcan a todos, que privilegie las coincidencias
y minimice las diferencias en aras del bien de la sociedad; que sea también
sinónimo de diálogo, concertación, acuerdos, democracia; donde el
clientelismo político sea desterrado de las prácticas electorales, donde la
gente recupere la confianza en sí misma y en sus instituciones; y donde las
precampañas y campañas políticas se encuentren reguladas y con topes de
gasto claramente definidos y verificables.
Donde no se fragüen negocios al amparo del poder, gracias al tráfico de
influencias.
CIUDADANAS Y CIUDADANOS DE BAJA CALIFORNIA
En esta visión en positivo de Baja California cabemos todos, porque todos
somos y formamos parte del mismo Estado, sin importar nuestra raza, sexo,
edad, cultura, preferencia política, posición económica, orientación sexual,
identidad de género, o credo religioso.
Construir una Baja California así, implica una tarea titánica ante la magnitud
del reto.
Pero esa Baja California que anhelamos no se construye por el gobierno
sólo.
El cambio, su sentido, intensidad y profundidad pasan por todas y todos
nosotros.
Pasa por nuestros ideales, nuestro compromiso, nuestro coraje, nuestro
talento, nuestro emprendimiento y trabajo, nuestra unidad y entrega; nuestro
amor.
Pasan por nuestra capacidad crítica y libertad de pensamiento y acción.
Aquí y ahora, tenemos una cita con la historia.
En este momento clave de la historia de México, es tiempo de que como
ciudadanos hagamos un recuento de los daños y agravios causados por el
abuso del poder.
En este punto de partida, somos parte de la solución y tenemos un
compromiso con las generaciones del presente y las del porvenir.
UNA SOCIEDAD DIFERENTE ES POSIBLE
Fuerte, organizada y en crecimiento, presente en la conducción de su propio
destino y donde la libertad religiosa se exprese y practique plenamente,
conforme a lo dispuesto por las leyes.
Una sociedad que se exprese y defienda sus espacios de participación, se
atreva a pensar en un nuevo proyecto de Baja California, y esté dispuesta a
una gran movilización nacional para lograrlo.
Baja California reclama de todos una posición firme, serena, pensada,
sentida, manifiesta.
Se necesita un liderazgo sin autoritarismos, firme en la conducción y claro
en su visión estadista de corto, mediano y largo plazo; nacionalista,
democrático y cercano a la gente.
Seamos los pioneros del verdadero cambio. Toda contribución de individuos
y grupos a esta causa es bienvenida.
El alma de Baja California no quiere más niños sin escuela, jóvenes sin
alternativas de estudio u oportunidades de trabajo, o personas con
discapacidad sin atención. No quiere más mujeres denigradas en su justo
valer, ni adultos mayores olvidados y sin algún tipo de pensión o apoyo que
retribuya en algo su vida al servicio de su familia y su país.
No quiere desempleados. No más indígenas humillados y despojados de sus
tierras. No más migrantes, nacionales o extranjeros, abandonados a su
suerte, en el mejor de los casos.
Proponemos todos los derechos para todos, en una sociedad más igualitaria.
No se trata de que quienes ya tienen, tengan menos.
Se trata de que quienes no tienen, tengan más: más salud, más educación,
mejor vivienda, mejores oportunidades de trabajo, de vida y horizontes; en
suma, más bienestar.
No más inseguridad, corrupción, impunidad e incompetencia gubernamental
que, como modernos jinetes del apocalipsis, cabalgan con presunción sobre
tierras bajacalifornianas. Justo aquí y ahora es tiempo de desterrarlos.
EL DERECHO DEL PUEBLO A GOBERNAR
Queremos que la alegría emerja nuevamente de todos los corazones,
iluminando rostros, los de todas, los de todos.
Es tiempo de construir una sociedad más solidaria, más humana, en donde
priven la fraternidad y la camaradería.
Es tiempo de sumarse a la construcción de una nueva República,
democrática y justa.
Somos la mayoría los que queremos un cambio real, pacífico y democrático.
Es tiempo de movilizar a la sociedad toda en esta lucha por hacer realidad
esta visión de futuro alternativo.
Es tiempo de ejercer el derecho del pueblo a gobernar.
Invitamos a jóvenes, mujeres, adultos mayores, ciudadanos, ciudadanas, a
la sociedad en su conjunto, a caminar con determinación hacia adelante, a
que empleemos el vibrar del corazón, la fuerza de nuestro espíritu de
cambio, la inteligencia de nuestra razón y el poder de nuestro voto
ciudadano.
Avancemos hombro con hombro, con nuestros pies firmes en la tierra, alas
en el corazón, sueños en la mente y manos que trabajan para alcanzarlos.
La autoridad moral de una sociedad la hace libre y consciente para decidir
su destino.
La historia está de nuestra parte y el porvenir espera este momento. Llegó
la hora de refundar Baja California.
Tijuana B.C. marzo del año 2019