TIJUANA.-El Tratado de Guadalupe Hidalgo, firmado en 1848 y con el que México perdió más de la mitad de su territorio nacional fue recordado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, durante su discurso en Tijuana, en el marco de un mitín político-religioso y llamado oficialmente como «Acto de Unidad en Defensa de la Dignidad de México y en favor de la amistad». Todo porque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer cobro de aranceles a productos mexicanos a partir del próximo lunes, pero todo se vino abajo luego de tres días de negociaciones diplomáticas.
Finalmente la amenaza se echó abajo tras las negociaciones entre los dos país, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrad, encabezando las pláticas en la capital de Estados Unidos, con su contraparte el secretario de Estado, Mike Pompeo. Pero con esas buenas noticias para el presidente Andrés Manuel López, el mitín al que había convocado para llamar a la «Unidad Nacional», ahora sería festejo en la calle Segunda (Licenciado Benito Juárez) y Avenida Constitución, a unos 10 minutos del cruce «El Chaparral».
Donald Trump había doblegado a México bajo la amenaza de aranceles a productos mexicanos, los cuales se aplicarían gradualmente. México a cambio cedió a Estados Unidos de que reforzaría la seguridad para impedir el avance de caravanas migrantes provenientes de centroamérica, se atendería a los solicitantes e incluso se resguardarían en territorio mexicano. Más policías y orden en la migración. El terror invadió la Presidencia de México, envío de equipo diplomático y mitín en Tijuana.
Hace 171 años México perdió el ahora estado de California, Texas, Nevada, Utha, Nuevo México y cinco más estados que ahora comprenden Estados Unidos, había salvado la ahora península de Baja California. Y fue Tijuana escogida por López Obrador para responder al gobierno de Donald Trump, desde que supo de los aranceles organizó la respuesta como un mitín en las calles de la ciudad más importante de la frontera norte del país, se salvó la economía y el reclamo se volvió festejo.
Acudieron al llamado por la patria en Tijuana 20 gobernadores, decenes y decenas de diputados federales y locales, senadores de la república. Y no faltó el acarreo de personas para simular un lleno, una congregación popular de apoyo al Presidente de México. Los servidores de la nación, la estructura de los censos del bienestar, de quienes acercan a las personas a los apoyos sociales, el brazo político de Andrés Manuel López Obrador, dirigidos por el delegado Jesús Alejandro Ruiz Uribe.
El Sol hizo presencia en el mitín de «Unidad Nacional», aún así aguantaron las personas de la tercera edad, las mujeres, los del SNTE, los de la CROC y de la CTM, vinieron y escucharon al presidente López Obrador en sus paisaje de la historia, encuentros y desencuentros que han tenido las dos naciones.
Sobre un templete instalado sobre la Calle Segunda, se pusieron a los gobernadores, sentaron los religiosos, dirigentes empresariales y banqueros. No estaba nadie del Poder Judicial Federal, pese a que se anotó en la agenda del Gobierno de México. No fue el presidente del Senado, pero sí el titular de la Cámara Federal de Diputados, Porfirio Muñoz Ledo, que a sus 85 años, se le dificultó caminar y hablar.
El acto de Andrés Manuel López, sirvió para que grupos de ciudadanos organizarán gritos en contra del gobernador Francisco Vega de Lamadrid y el alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, quien no se presentó al mitín presidencial.
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