Por Dianeth Pérez Arreola/Brujula.News
TIJUANA.-El negocio tijuanense My Parking, ubicado en carretera al aeropuerto en la zona de Otay, perdió la llave de un vehículo Nissan Pathfinder desde septiembre y no ha respondido con la reposición a pesar de que el gerente del local, Luis Alberto Marín Magaña, se comprometió por escrito y de palabra a reponer dicha llave.
Tras una estancia de una semana en dicho lugar, al ir a recoger el vehículo y pagar por el servicio, les informaron a Gilberto Pérez y a su esposa que habían extraviado la llave.
El matrimonio propuso que les pagaran una noche de hotel para darles el resto de la tarde y la mañana siguiente para solucionar el problema, sin embargo el gerente insistió en llevarlos en su vehículo hasta su domicilio en Mexicali, donde se llevaría la llave de repuesto para llevar el vehículo al negocio de su preferencia para comprar y programar la nueva llave.
Ese mismo día Marín Magaña firmó un documento donde admite el extravío de la llave y se compromete a hacer un duplicado, con lo cual entregaría el vehículo el 9 de septiembre “en las condiciones en que fue recibido en el estacionamiento”, según el texto escrito de su puño y letra y firmado por él, el cual se reproduce a continuación.
Pero dicho acuerdo no fue respetado. El vehículo fue devuelto sin cumplir con la entrega del duplicado de la llave. El nuevo acuerdo propuesto por Marín Magaña fue que enviaría el duplicado por mensajería.
El 27 de septiembre recibieron la llave. El matrimonio acudió a tres negocios diferentes y en los tres les dijeron que, aunque las llaves parezcan idénticas, deben compartir un código para ser compatibles con determinados modelos y que era imposible usar esa llave para un duplicado de la camioneta.
Esto le fue informado al gerente del estacionamiento y se le envió una fotografía del duplicado de la llave junto a la que él envió, donde se aprecia que la serie de números de cada uno es diferente, y para que esto sirviera de guía a la hora de adquirir otro.
El 18 de octubre se le informó a Marín Magaña vía whatsapp que una vez recibida la llave correcta, la programación del control costaría 800 pesos. El dijo que enviaría la nueva llave ese mismo día y que la había adquirido en agencia, lo cual resultó falso porque en los talleres de programación de llaves hicieron notar que era un modelo antiguo, sin la pequeña luz roja que tiene la llave original y el duplicado.
Fue casi un mes después, el 15 de noviembre cuando se le recordó que la segunda llave aun no había llegado. Fue tres días después de este mensaje cuando llegó por mensajería. Al acudir el matrimonio una vez más a los negocios de programación de llaves confirmaron que tampoco correspondía al modelo.
Al buscar a Marín Magaña para informarle que esta nueva llave tampoco servía, contestó vía mensaje “es lo que podemos dar. Es de agencia”.
El domingo 21 de noviembre se le pidió no enviar más llaves. Se le pidió un depósito de 3 mil 800 pesos, que es el costo dado por la agencia Nissan en Mexicali para la llave y la programación, y que contestara con un sí o con un no si se negaba a solventar su error.
La respuesta fue “no puedo gastar más, mi respuesta es yo resuelvo no me niego pero con mis talleres”. Encima de todo, el gerente no se ofrece a pagar los gastos del traslado a Tijuana, quiere que le lleven el vehículo.
Se le recordó que ya tuvo el carro en su poder y se le pidió que cumpliera su palabra, de lo contrario se haría pública la odisea que los había hecho pasar. Respondió con descaro que ellos “son serios y responsables” y que “miles no pueden estar equivocados”.
Dado que no hay oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor en Mexicali, se ha tratado de hacerla llegar a la oficina de Tijuana vía el delegado federal Jesús Alejandro Ruiz Uribe, pero aun no hay respuesta.