Comunicado de prensa
MEXICALI.-El ciclo agrícola Primavera-Verano 2024 ha comenzado en el Valle de Mexicali, con la expedición de 1,060 hectáreas, la mayoría de ellas, con el cultivo algodonero, así lo dio a conocer el Representante de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo en Baja California, el Ingeniero Juan Manuel Martínez Núñez.
Comentó que durante la celebración de la segunda sesión del Comité del Permiso Único de Siembra (CPUS), realizada el día de ayer, se informó que hasta el momento, la Secretaría ha expedido permisos para la siembra de 1,040 hectáreas para el cultivo algodonero y 20 hectáreas para el establecimiento del cebollín.
El funcionario precisó que dicha superficie representa un avance del 2.52 por ciento, con relación a las 42 mil 045 hectáreas programadas por los Módulos de Riego para este ciclo, que también incluye la siembra de sorgo grano, sudan forrajero, maíz y cebollín, todos ellos, en la modalidad de temprano y tardío; así como los cultivos varios, en su mayoría, hortalizas.
Aclaró que se espera que en los próximos días se incremente la expedición de los permisos, e incluso la siembra de algunos cultivos, dado que los integrantes del CPUS, acordaron que desde el 19 de febrero del 2024, se generalizaría la entrega de los permisos de siembra para todos los cultivos programados para este ciclo, sobre todo el algodonero, por lo que se recomienda estar verificando la acumulación de horas calor, para garantizar la buena nacencia del cultivo.
Por otra parte, determinaron realizar próximamente otra sesión extraordinaria, para revisar detalles relacionados con el cultivo algodonero, como es el caso del establecimiento de las fechas límites para la expedición de permisos, realización de las siembras, aplicación de los riegos y ejecución de las labores profilácticas del cultivo (desvares y barbechos) recomendados por los institutos de investigación como el INIFAP.
El Representante de la Secretaría de Agricultura, invita a los agricultores mexicalenses que están en el proceso de siembra, a que utilicen semillas de buena calidad, aprovechen el recurso agua al máximo e inspeccionen sus predios de manera periódica a fin de reducir la incidencia de plagas, con el propósito de que mejoren la productividad y rentabilidad de sus cultivos, al final de la cosecha.