

MEXICALI.- Sin duda la Inteligencia Artificial (IA) viene aportar algo nuevo en cuestión de tecnología al conocimiento, nos facilita el análisis de cientos de fuentes. Me atreví a preguntar ¿Será Percepción o de verdad la violencia está en niveles históricos en Baja California?
Respuesta de Grok: la Inteligencia Artificial de X
La pregunta sobre si la violencia en Baja California está en niveles históricos o si es solo una percepción depende de cómo analicemos los datos disponibles y el contexto. Vamos a desglosarlo.
Por un lado, la percepción de inseguridad puede estar influenciada por factores como la cobertura mediática, incidentes de alto impacto o el sentimiento general de la población, que no siempre se alinea con las estadísticas reales. Por ejemplo, eventos como los ataques incendiarios coordinados en agosto de 2022 en varias ciudades de Baja California, incluyendo Tijuana y Mexicali, pudieron haber amplificado la sensación de descontrol, incluso si no reflejan una tendencia sostenida.

En cuanto a los datos reales, Baja California ha enfrentado niveles significativos de violencia en años recientes, particularmente en homicidios dolosos. Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2021 el estado tuvo una de las tasas más altas de homicidios de mujeres y ocupó un lugar destacado en el total de asesinatos. Históricamente, el pico más notable ocurrió durante el gobierno de Francisco Vega (2013-2019), con una tasa de 76.18 homicidios por cada 100,000 habitantes en 2018, una de las más altas registradas en décadas. Desde entonces, bajo la administración de Marina del Pilar Ávila (2019-presente), los homicidios han mostrado una leve disminución: de aproximadamente 2,462 en 2022 a un rango estimado de 2,375-2,394 en 2024, según proyecciones basadas en tendencias recientes. Tijuana, en particular, sigue siendo un foco rojo, con 1,807 homicidios en 2024, aunque esto es una reducción frente a los 1,868 de 2023.
Sin embargo, decir que está en «niveles históricos» requiere comparación con el pasado más lejano. Antes del aumento ligado al crimen organizado en la década de 2000, las tasas de violencia eran considerablemente más bajas. Por ejemplo, en los años 90, Baja California no figuraba entre los estados más violentos de México. El repunte significativo comenzó con la guerra contra el narcotráfico y las disputas entre cárteles, como el de Sinaloa y el CJNG, que aún afectan la región.
Entonces, ¿es percepción o realidad? Ambas cosas coexisten. La violencia sigue siendo alta en términos absolutos, especialmente en Tijuana, y está lejos de los niveles de tranquilidad de hace décadas, pero no está en su máximo histórico (2018 sigue siendo el peor año reciente). La percepción puede exagerarla porque los incidentes son visibles y el crimen organizado mantiene una presencia constante, pero los datos sugieren una estabilización o ligera baja en los últimos años, no un récord histórico en 2025. Dicho esto, la sensación de inseguridad no es infundada: la violencia estructural ligada al narcotráfico y delitos como la violencia familiar (que aumentó 37% en los últimos cuatro años) sigue siendo una realidad palpable.