Comunicado de prensa
Se colocarán imágenes y textos en memoria de las víctimas del lamentable acontecimiento en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco
MEXICALI.- El Pleno del Congreso aprobó el Acuerdo para que se denomine “Corredor 2 de octubre de 1968, en memoria a los hechos ocurridos en la Plaza de las Tres Culturas, en la Ciudad de México”, al pasillo ubicado en el tercer piso del edificio del Poder Legislativo.
El diputado Juan Manuel Molina García, recordó a la Asamblea que ese día se suscitó la matanza de cientos de personas en Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México, siendo presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz.
En 1968 se creó el Consejo Nacional de Huelga (CNH), integrado por alumnos de la UNAM, el IPN, el Colegio México, la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, Universidad la Salle, Escuela Normal de Maestros, Escuela Nacional de Antropología e Historia, y otras universidades del interior del país.
Dicho movimiento estudiantil se conformó para protestar contra las políticas y medidas sociales, así como económicas del Estado, reclamando democracia.
Los intentos de someter los movimientos de protesta del CNH; derivaron en la sangrienta represión por parte del Batallón Olimpia, quienes ese caótico día se infiltraron en la manifestación, para iniciar la lluvia de balas en contra de estudiantes, profesores, obreros, amas de casas y niños.
El número oficial de muertos ascendió a 30, en los hospitales se reportaron 53 heridos graves; se calculó que el número de detenidos en el Campo Militar Número Uno llegó a dos mil; sin embargo, a través de los años se ha revelado que las cifras reales fueron superiores, por ejemplo, en el año 2006 la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado, estableció en su informe la cantidad de 350 muertos.
Molina García refirió que la frase “2 de octubre no se olvida”, es un grito en contra de la impunidad, el olvido y la amnesia colectiva. Lejos de perder vigencia, año tras año, se ha convertido en un gran símbolo del impacto que tuvo en México el Movimiento Estudiantil de 1968, que representó la lucha de los jóvenes y del pueblo por cambiar el país.
A dicha proposición se sumaron las diputadas Michel Sánchez, Julia González, Evelyn Sánchez, Gloria Miramontes, Araceli Geraldo, Rocío Adame, Dunnia Murillo, Daylín García y los diputados, Manuel Guerrero, Víctor Navarro, Román Cota, Ramón Vázquez y Julio César Vázquez.