Estados que concentraron el mayor número de homicidios: Estado de México, Chihuahua, Guerrero, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Baja California, Tamaulipas, Nuevo León y Oaxaca
El informe “La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016” señala que en 2 mil 746 mujeres fueron asesinadas de manera intencional en 2016, es decir 7.5 al día.
El documento elaborado por la ONU, la Segob y el Inmujeres revela que la tasa de feminicidios pasó a más del doble de 2007 a 2016, al dispararse de 1.9 a 4.4 homicidios por cada 100 mil habitantes, respectivamente.
En 2016 -el año del que más recientemente se tiene cifras-, los estados con más feminicidios por cada 100 mil habitantes son Colima, Guerrero, Zacatecas, Chihuahua, Morelos, Baja California, Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Oaxaca y Edomex. Y a nivel municipal Acapulco, Tijuana, Ciudad Juárez, Ciudad Victoria, Ecatepec de Morelos, Chihuahua, Naucalpan de Juárez, Culiacán, Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
Ciudad de México, 13 de diciembre (SinEmbargo).– La tasa de feminicidios en México pasó a más del doble en la ultima década, de acuerdo con el informe “La violencia feminicida en México, aproximaciones y tendencias 1985-2016” presentado este día por la Secretaría de Gobernación (Segob), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y ONU Mujeres.
De acuerdo con el documento, en los últimos 32 años se han cometido 52 mil 210 defunciones femeninas con presunción de homicidio en el país.
El informe señala que en el año 2007 se presentaba un tasa de 1.9 asesinatos de mujeres por cada 100 habitantes -la más baja de todos los años estudiados- sin embargo, a partir de ahí tuvo un incremento cuyo pico más alto se encuentra en los años 2011 y 2012 cuando alcanzó una tasa de 4.6 homicidios de mujeres. Para el año 2016, la tasa se mantuvo en 4.4 asesinatos intencionales.
Un total de mil 89 homicidios se reportaron en 2007; en el año 2008, mil 451; en el año 2009, mil 943; en el año 2010, 2 mil 440; en el año 2011; 2 mil 724; en el año 2012, 2 mil 769; en el año 2013 bajó a 2 mil 613; en el año 2014, 2 mil 359, en el año 2015, 2 mil 324 y en el año 2016, 2 mil 746.
El documento destaca que en la última década, los estados que concentraron el mayor número de homicidios fueron el Estado de México, Chihuahua, Guerrero, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Baja California, Tamaulipas, Nuevo León y Oaxaca.
En 2016 -el año del que más recientemente se tiene cifras-, los estados con más feminicidios por cada 100 mil habitantes son Colima (16.3), Guerrero (13.1), Zacatecas (9.7), Chihuahua (8.8), Morelos (8.4), Baja California (7.2), Tamaulipas (6.9), Sinaloa (5.5), Michoacán (5.4), Oaxaca (4.9) y el Estado de México (4.8).
A nivel municipal, las tasas más alta de defunciones de mujeres con presunción de homicidio en 2016 se registraron en Acapulco de Juárez , Guerrero (24.22); Tijuana, Baja California (10.84); Ciudad Juárez, Chihuahua (10.36); Victoria, Tamaulipas (37.55); Ecatepec de Morelos, Estado de México (6.5); Chihuahua, Chihuahua (8.16); Naucalpan de Juárez, Estado de México (7.76); Culiacán, Sinaloa (6.17); Iztapalapa (3.24) y Gustavo A. Madero (4.3), Ciudad de México.
La mayoría de asesinatos intencionales de mujeres durante el año pasado fueron por arma de fuego (48.4 por ciento), seguido por ahorcamiento o similares (17.2 por ciento), objetos cortantes (16.6 por ciento), objetos sin filo (1.5 por ciento), sustancias y fuego (1.4 por ciento), y otros no especificados (14.9 por ciento).
LAS PREOCUPACIONES DE LA ONU
LA ONU a través de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés) resalta en el informe que le causa inquietud el hecho de que los altos niveles de inseguridad y violencia en el Estado parte no se limiten a la lucha contra la delincuencia organizada y, en consecuencia, estén afectando de modo negativo a la población, en particular a las mujeres y las muchachas, en el disfrute de sus derechos humanos.
El organismo internacional expresa “profunda preocupación” que “la estrategia de seguridad pública para luchar contra la delincuencia organizada, combinada con la impunidad y corrupción persistentes, haya contribuido a la intensificación de unas pautas ya existentes de discriminación y violencia generalizadas contra las mujeres en el Estado parte, basadas en actitudes patriarcales, y a minimizar este fenómeno y hacerlo invisible”.
Además de que “que las mujeres y las muchachas se vean sometidas a unos niveles cada vez mayores y a diferentes tipos de violencia por motivos de género como la violencia doméstica, desapariciones forzosas, torturas y asesinatos, en particular el feminicidio, por agentes estatales, incluidos funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y fuerzas de seguridad, asícomo por agentes no estatales como grupos de delincuentes organizados”.