MEXICALI. El Congreso del Estado de Baja California aprobó, por segunda ocasión, la prohibición de terapias de conversión de orientación sexual o de género.
Las personas que impartan u obliguen a otras personas a tomar dichas terapias podrían cumplir una pena de 2 a 6 años en prisión. Así como entre 50 y 100 horas de trabajo comunitario.
El pasado 21 de abril el Congreso del Estado aprobó un dictamen para prohibir las terapias de conversión en Baja California. Sin embargo, el Poder Ejecutivo encabezado por Marina del Pilar Ávila Olmeda «bajó» la legislación para realizar observaciones.
Tras un mes de «veto», este jueves el Congreso local aprobó con 20 votos a favor y 4 abstenciones (del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional y Marco Antonio Blasquez) el dictamen número 3 que prohíbe las terapias de conversión.
Respecto a las observaciones que realizó la gobernadora, tanto Ávila Olmeda, como los diputados Juan Manuel Molina y Michel Sánchez Allende explicaron que estas sirvieron para puntualizar el concepto de «terapias de conversión».
Asimismo, los diputados del PAN aseguraron que dicho dictamen obedece a agendas «ideológicas» de Morena.
«Nuestra abstención obedece a que los supuestos normativos que se regulan ya se encuentran perfectamente contemplados en nuestra constitución y leyes secundarias. Esta obedece únicamente a la agenda ideológica del partido en el poder», aseguró Alejandrina Corral en representación del grupo parlamentario del PAN.
Por su parte, Blasquez Salinas razonó su abstención diciendo que las observaciones del Ejecutivo, a cargo de Ávila Olmeda, no eran necesarias finalmente.