Entresijos: Las mentiras oficiales del Albergue del DIF de Mexicali, no existe cuarto de tortura

MEXICALI.- La secretaria de la Honestidad y Función Pública, Vicenta Espinoza, del gobierno de Jaime Bonilla, podría decir que la engañan sus «investigaciones» o está encubriendo la corrupción que ocurre en el DIF estatal el cual dirige Blanca Estela Favela.

El lunes salió a decir una serie de barbaridades y se atrevió a decir que están investigando, lanzando conjeturas fuera de toda realidad.

Desde la llegada del actual gobierno estatal, y sobre todo la colocación en la dirección general del DIF a una política Blanca Estela Favela, el albergue temporal del DIF que se localiza en la colonia Guajardo, se ha convertido en un lugar sin gobierno, con seis cambios de coordinadores en menos de un año, casi uno por mes.

Blanca Estela Favela no ha querido poner atención, corrió a personal con años de experiencia para meter al albergue personal sin capacitación, quienes minaron la autoridad de profesionales, por eso se empezaron a generan amotinamientos y fugar de dichas instalaciones.

Junto con Blanca Estela Favela, llegó un sujeto de nombre Marco Cortez, con militancia panista y ex administrador de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, y una cercana amistad con Juan Manuel Gastélum y el ex gobernador Francisco Vega de Lamadrid.

Cortez quien pide que lo llamen «El Capitán» colocó a la esposa de su amigo como coordinadora del albergue, y metió a dos empleados como niñeros, con contrato, quienes pagaron la fuga de 12 menores, dándoles dinero y págandoles el Uber para luego regresar. En vez de castigar a estos servidores públicos, Blanca Estela Favela, colocó a uno de ellos en oficinas centrales del DIF.

Marco Cortez un tipo con antecedentes de corrupción en el sistema de seguridad pública ahora es un protegido de la 4T en una institución tan noble como el DIF, el sujeto de marras utiliza esa dependencia para meter amigos y ex compañeros.

Las niñeras y psicólogos del albergue lo señalan como responsable del desastre que ocurre en el albergue, incluso está involucrado en el maltrato de niños y niñas.

Ese «cuarto de tortura» que no es tal, sino un salón de clases habilitado para atender a los niños migrantes, fue abierto a petición del gobernador Jaime Bonilla, ante la oleada de centroamericanos a la frontera.

Si alguien ha cometido castigos a los menores del albergue han sido los dos niñeros protegidos por Marco Cortez, uno de nombre Davi Martínez y el otro Álvaro, sobre uno de ellos pesa la sospecha y señalamiento de uno de los niños fugados, de recibir dinero para escapar.

Blanca Estela Favela si quiere de verdad resolver la problemática del albergue, debería dedicarle más tiempo a esa institución y hacer un lado sus sueños de escalar peldaños en las próximas elecciones.